Son muchas las veces en las que, a los que nos corre gasolina por las venas, soñamos con ser esa persona que lleva las manos a las 9 y a las 3 en el volante de un coche de carreras. Todos nos sentamos delante de un videojuego o simulador a intentar emular a nuestro ídolo, da igual que sea Sainz, Tsuchiya, Alonso, Tarquini o Busch. Unas vueltas en Le Mans, una subida al Pikes Peak, unos derrapes en Meihan C Course, alcanzar los 350 km/h en el óvalo de Daytona… Siempre nos ronda la misma frase en la cabeza: “Me encantaría ser yo quien va al volante de eso”. En el caso del Team Rocket #130, no llevamos un coche de carreras de 500cv con caja secuencial, suspensiones push rod y una aerodinámica estudiada en un túnel de viento, pero nos sentimos como cualquiera de los pilotos que idolatramos cuando nos ponemos al volante del Nissan Micra K11 que adquirimos hace casi dos años.
El Team Rocket #130 y el Nissan Micra K11, un coche de carreras que viene del desguace
Fue a finales de 2019 que el que os escribe, maquinó la idea con Marc, otro quemado de los coches. Queríamos un coche lo más barato posible que cumpliera con los requisitos de: Gasolina, 3 puertas, barato, fiable, que tuviera algo de aftermarket y que fuera raro de ver en trackdays. Dejamos muy de lado la idea hasta que a mediados de Enero del año siguiente, como si de magia se tratara, apareció a la venta en un grupo un Nissan Micra 1.3 Super S del año 1994. El estado, bueno… Arrancaba. Lo empezaron a reparar y a marcar los desperfectos de chapa que tenía, aunque nunca se finalizó de manera que lo pusieron a la venta tal cual. El precio fueron 100€ y nos lanzamos de cabeza a por él junto a Alberto, otro gran amigo y quemado de los coches. ¡Ya éramos 3!
Mecánicamente el coche se encontraba en muy buen estado, un brazo de suspensión un poco doblado fue lo más grave que nos encontramos. El motor sonaba bastante redondo y no fallaba ningún componente electrónico, un tema importante si conocemos que cuando llegó a nosotros marcaba en el odómetro 268.000 km. ¿Qué hicimos? Os preguntaréis. Pues bien, lo primero fue desmontar todo el interior y las cosas que no nos iban a hacer falta: molduras, plásticos, bloque climatizador, asientos… Cortamos salpicadero e instalamos en él el desconectador de corriente y dejamos lo básico: Luces, pedales, volante, palanca de cambios asiento y retrovisor interior. Esta es la faena que haces de manera instantánea en el cualquier videojuego de “reducción de peso”. La diferencia con la nuestra es que no pagamos por ella y por contrario no fue instantánea. Lo siguiente fue una puesta a punto intensiva: El brazo inferior de suspensión que estaba doblado, bujías, cables, pastillas, discos, mordazas y bombines, latiguillos metálicos, líquido de frenos nuevo y con propiedades aptas para circuito, kit de embrague y correas auxiliares. A continuación procedimos a desmontar el Micra del que os escribe para montar en el racecar las suspensiones roscadas, la barra panhard regulable, las llantas en 15″ y el tramo final de escape HKS para que hiciera algo de ruido.
Estando la mecánica a punto procedimos a pintarlo. Queríamos algo barato pero resultón así que decidimos comprar 8 botes de spray Montana en color cian y tras hacer una buena preparación de la superficie (o la mejor que supimos hacer mejor dicho), pintamos en las mejores condiciones posibles (nótese la ironía). El resultado sin duda nos sorprendió para bien a los integrantes del equipo.
Por último nuestro patrocinador Nisuba Motorsport Engineering nos proporcionó una rejilla para instalar que ubicamos en el centro del capó. Más tarde descubrimos que fue una de las mejores mods que hicimos al coche.
La primera carrera antes del confinamiento para el Team Rocket #130
Había que pensar qué campeonato correr, y como por arte de magia de nuevo, apareció un campeonato de nueva creación llamado Old School Endurance Series. Un campeonato de carreras de resistencia de 4 horas pensado para ser lo más low cost posible. En él, se categorizan los coches por año de fabricación cilindrada y potencia. Decidimos dar el paso y nos apuntamos. Entramos en el grupo A, una categoría para coches anteriores al año 1994 y con un máximo de 130 cv y 2.000cc. La normativa del campeonato no permite modificaciones de importancia como suprimir catalizadores, poner colectores tubulares 4-1/4-2-1, modificar motor etc. Sólo suspensiones a elegir, frenos que vengan en el mismo modelo de coche si es que había superiores y poco más. Así que allá fuimos con nuestros 75 colosales cv a ver de lo que era capaz ese automóvil que habíamos adquirido.
Como siempre y a nuestro estilo, llegamos al circuito de Castellolí temprano, desayunados y listos para pasarlo bien y echar unas risas, que por cierto, vinieron solas. Nada más llegar nos encontramos dentro del box un Porsche Cayman S 718 en Miami Blue y… como obviar la típica foto de: “Cuando lo pides vs. cuando te llega”.
Tuvimos una pequeña desilusión y es que algunos de los transponders que cedió el circuito no marcaban vuelta desde primera hora de la mañana. Por suerte el nuestro si lo hacía, de modo que sabíamos como rodábamos.
A pesar de los neumáticos Cooper con compuesto de calle estábamos rodando en 2.24 bajos, un tiempo muy aceptable considerando el coche que llevamos. ¿La clave? Llevarlo como si fuera robado.
La carrera acabó considerándose nula, pero acabamos por delante de nuestros rivales de categoría tras 4h de esfuerzo y sin ningún contratiempo en el coche. ¡Todo un hito para nosotros dadas las circunstancias!
Por desgracia el Covid llegó y con él, el confinamiento. Fueron unos meses en los que al menos por mi parte y la de Alberto, el pc y el volante del simulador sacaban humo, pero bueno, también sirvió de entrenamiento, así que a la vuelta cogí la pista con más ganas. Con una tanda de por medio en Andorra con el S13 a mediados de Julio, llegó a la segunda y última carrera del campeonato 2020 en el circuito de Calafat.
Era un circuito a priori muy favorable para el Micra, ya que las rectas son muy cortas y tiene secciones en las que requiere que el chasis del coche sea ágil.
La carrera fue un espectáculo, tuvimos oportunidad de adelantar en pista coches en principio muy superiores al nuestro y acabamos segundos de categoría y séptimos de la general por detrás del Civic EG5 de otro equipo compuesto por amigos.
La lástima de esa carrera fueron dos accidentes que por suerte para los pilotos acabaron bien, pero no para los coches. La organización se planteó hacer obligatorias las jaulas anti-vuelco, un desembolso con el que no contábamos, pero que obviamente nos repercutía en cuanto a materia de seguridad se refiere. La temporada 2020 finalizó, ya que debido al Covid no pudimos hacer ninguna prueba más y no se volvió a hablar del tema hasta un mes vista de la primera carrera de 2021, que se iba a celebrar en Alcarrás.
Temporada 2021 del Team Rocket #130
Afrontando la temporada sin conocer ninguna información de si la jaula iba a ser obligatoria, llegamos al mes de abril, que fue cuando nos comunicaron que si lo iban a ser finalmente para la primera carrera el 29/5 en Alcarrás. Movimos el tema, pero llegó Gripspain al circuito de Calafat. Se trata de una competición alrededor de España en la que compites por categorías intentando lograr la vuelta rápida en cada uno de los circuitos en los que se celebra. Nosotros decidimos participar en las tandas libres de la mañana para probar las nuevas suspensiones BC Racing RM-MA con un setup que no nos acabó de convencer del todo, pero que nos sirvió para saber como ajustarlas.
Fue un día de circuito muy bueno rodeados de muy buenos amigos y proyectos que finalmente vimos rodar en pista, como el Micra K11 SR20 de nuestro amigo Joan.
Con el petardo en el culo, desmontamos por completo y llevamos el coche a Zaragoza, nada más y nada menos que para visitar a AST Rollcages.
En tiempo récord escanearon la carrocería que previamente habíamos dejado totalmente pelada, diseñaron las barras y las soldaron con una calidad y acabados brutal. Quedamos súper contentos con las barras y de conocerles en persona, un trato de 10.
Ahora el tiempo récord tenía que ser para nosotros, nos llevamos de Zaragoza el coche el 22/5 tal como veis en las fotos y el 29/5 tenía que estar corriendo en Alcarrás sin ningún fallo. ¡Sin problema! -Pensamos nosotros. Nos encanta ponernos a prueba, así que decidimos tirar hacia delante el challenge de #1CAR1WEEK.
El mismo sábado 22 Marc y el que os escribe, preparamos, imprimamos, preparamos de nuevo y pintamos en blanco monocapa tanto el vano motor como el interior y las nuevas barras. Mientras, Alberto y Joan, el cuarto piloto que entró más tarde al equipo, se encargaron de preparar motor y caja de cambios para poder meter el conjunto dentro del coche lo antes posible.
El domingo 23 vino nuestro gran amigo y compañero de Fresh Imports, Xavi Llamas a pintar las barras en un tono amarillo fluorescente bicapa que iba a hacer que resaltara sin duda. ¿El resultado? Impresionante.
Obviamente todos tenemos nuestra vida y nuestros trabajos fuera de los circuitos, de manera que cuando plegábamos a las 18h o 19h, durante esa semana y hasta altas horas de la madrugada estuvimos trabajando en el Micra del Team Rocket #130. El mismo lunes el motor quedó dentro listo para arrancar, pero hubieron varios errores, los más destacables la palanquería del cambio montada del revés y un fallo eléctrico que no permitía el arranque a la ECU. Resolvimos al momento el error de montaje en el cambio, pero no el eléctrico.
No sería hasta el día siguiente que Marc se daría cuenta que en el desconectador de batería de 6 polos tenía un terminal hembra intercambiado de lugar. El mismo martes, también descubrimos que el cojinete de embrague se había salido de su alojamiento provocando un ruido muy feo, de manera que perdimos una tarde en desatornillar la caja, ya dentro del coche y sin elevador, separarla del bloque y, con mucha maña, volver a colocar el cojinete. Obviamente perdimos un día y aún teníamos que llevar el coche a cambiar gomas, montar luna delantera y alinear, todo en diferentes sitios.
Fue el miércoles que pudimos probar el coche, asegurándonos que no había ningún fallo, así que el jueves quedó montada la luna delantera y el viernes el coche alineado con gomas nuevas y listo para dar caña en el circuito de Alcarrás.
Con el coche recién acabado y sin hacer setup de dureza en el amortiguador ni si quiera, salimos a pista a probar. A las 4 vueltas, entramos y nos dimos cuenta que cada amortiguador tenía una dureza diferente. Regulamos a la mitad y fuimos jugando hasta que encontramos el equilibrio perfecto. Pudimos rodar en 2:09 en qualis, muy contentos con el rendimiento del coche. En carrera nos enfrentamos a equipos con muy buenas manos y coches muy bien evolucionados. Acabaron la carrera en primer lugar el equipo SFR con un Nissan Primera P10 SLX con motor SR20DI, nosotros en segunda posición y en tercera posición Barrio Garage, equipo formado por pilotos andorranos con un Golf MKII GTI 8v.
La siguiente cita tuvo lugar en el circuito de Castellolí a mediados de junio, el día 19 concretamente. Para esta carrera, a diferencia de Alcarrás, la preparación del coche fue mínima: aceite, filtro de aceite y filtro de combustible. Este circuito nos desfavorece muchísimo ya que se compone de rectas muy largas y los dos primeros sectores tienen desnivel positivo, la única parte que nos favorece es el último sector que es en desnivel negativo. Para mucha gente que vivió la época buena de este trazado, el tercer sector es la “Sección KOE”, ya que es la sección que se utilizaba para celebrar el campeonato europeo de drift llamado King Of Europe (de ahí las siglas KOE). En esta carrera Alberto logró rodar en 2:18, nada más y nada menos que 6 segundos por debajo que el año anterior habiendo cambiado solo suspensiones y neumáticos semislick Nankang NS2-R.
La carrera transcurría sin sobresaltos, en segunda posición pasadas las dos horas, cuando de repente, el Nissan Primera de SFR se quedó sin frenos por desgracia y sin mayor susto. Se retiraron y quedamos en primera posición. Yo soy de los que opinan que una victoria así no sabe igual, pero al fin y al cabo es una victoria. Este hecho nos aventajaba, ya que en la clasificación de grupo nos habíamos afianzado 25 puntos y ellos con 0 al retirarse. Tras este hecho, encabezábamos el Grupo A con 47 puntos.
Con un merecido descanso de carreras desde el 19 de junio hasta el 19 de septiembre, volvimos a poner al día el Micra K11 del Team Rocket #130 para volver a correr en Castellolí. Tras lo vivido en junio sabíamos a que nos exponíamos, repetimos setup en suspensiones y dureza, pero conservamos gomas de la anterior carrera pensando que sería un acierto, ya que “no estaban tan mal”… ¡Ilusos! Fue una decisión que nos pasó factura ya que no encontramos un equilibrio entre agarre y comportamiento de chasis, tanto que nos costó algún susto en las qualis e incluso, junto otros factores, una salida de pista al principio de carrera. No obstante la fiabilidad del coche seguía en línea y no tuvimos que levantar si quiera el capó en todo el día, de modo que fuimos premiados de nuevo con un segundo puesto en el Grupo A del campeonato.
El 23 de octubre tenía lugar la penúltima cita del calendario en Alcarrás de nuevo, de modo que accedimos a comprar 4 gomas nuevas tras los sustos de la segunda carrera, alineamos, hicimos una revisión básica gracias a nuestro amigo Fran Dengra y fuimos a ver que sucedía.
Siguiendo la tónica de la temporada volvimos a bajar tiempo en este circuito y clasificamos bastante bien en la general. Hicimos nuestra carrera sin ningún sobresalto y acabamos de nuevo en segundo lugar de la categoría, de nuevo detrás del Nissan Primera P10 del equipo SFR. La carrera la acabó el que os escribe, y si que es cierto que noté la última media hora que el coche era muy subvirador, algo que ni por asomo hemos notado en el resto de carreras. Mi sorpresa al bajar…
Los pianos habían mandado a la porra el paralelo y la caída del tren delantero, concretamente del lado izquierdo. Yo lo achaco al primer piano de la chicane del tercer sector del circuito, que normalmente la atacábamos mucho sacrificando velocidad para salir más rápidos en la siguiente curva. Por suerte todo quedó en un susto aunque quizás un par de vueltas más no hubieran aguantado y nos hubiera costado un abandono.
En cuanto acabamos la carrera en Alcarrás, la intención era llevar el coche al banco de potencia de Factor Lambda para ver en qué punto estábamos, ya que la segunda mitad de carrera notamos una ligera pérdida de potencia a final de las secciones más rápidas del circuito. La sorpresa fue descubrir que contábamos con 76.3cv a rueda, así que a falta de preparar el coche, estábamos listos para la siguiente y última carrera, que se celebró a penas hace 2 semanas, el 20 de noviembre. Volvimos a comprar un par de gomas nuevas para el eje delantero, pusimos unas luces H4 LED por si llovía o si anochecía y la guinda la puso Marc, instalando unos LED por debajo de la carrocería en color Azul al más puro estilo Fast & Furious o NFS Underground.
Con la pista fría, tuvimos algún que otro susto en las qualis, pero conforme se fue calentando, el feeling con el coche fue más que bueno. El alineado era perfecto para el circuito y no tuvimos ni que tocar el setup de dureza en amortiguador, ¡Todo un logro!
En esta carrera clasificamos penúltimos de la general por desgracia, segundos de categoría. Lo cierto es que había un nivel impresionante en pista. Conforme avanzó la carrera fuimos adelantando algunos de los coches de categorías superiores conforme paraban en box o tenían algún contratiempo hasta colocarnos primeros de categoría, y así sería como acabaríamos.
Nos bastaba un tercer puesto para quedar campeones del Grupo A, de modo que con esta victoria pudimos subir al podio y celebrarlo con los nuestros.
El feedback de la temporada en este campeonato ha sido muy positivo, la organización tiene una evolución positiva constante, y nosotros evolucionamos como pilotos, ya que Joan por ejemplo no había corrido nunca, y Marc y yo no habíamos probado en pista otra cosa que no fuera Drift. Alberto en este caso es el alumno aventajado, que normalmente es quien marca las vueltas rápidas y estudia las mejores trazadas.
Para poner la guinda al pastel, participamos en unas tandas solidarias en el circuito de Montmeló. Aquí pudimos dar un paseo y aprovechando el acordeón generado por el coche de seguridad que lideraba los coches en pista, pudimos incluso pisar algún piano y quitarnos esas ganas de pista hasta el año que viene.
Veremos que nos depara la temporada 2022, a priori no se viene ninguna mejora de importancia, los más de 271.000 km que marca el odómetro son símbolo de garantía.
La primera carrera será el 29/1/2022 en Calafat, de modo que si queréis pasar, es entrada libre y estaremos encantados que vengáis a animar. Gracias a todos los que habéis estado ahí hasta ahora.
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