¿A cuantos de vosotros os gusta quedar con vuestros amigos? ¿Y si es con los coches? ¿Mejora el plan verdad? Amigos, coches JDM y una ruta nocturna, que más se puede pedir? Así son las noches en Ecuador para los amantes de los coches japoneses.
Lograr una concentración JDM pacífica no es tan complicado.
Sabemos que muchos grupos empiezan a formarse gracias a ese querido chat que tanto ha facilitado la comunicación en los tiempos que corren. Ese grupo que se crea con intención de unir a gente con las mismas aficiones, como en este caso, la afición de tener un coche JDM. Personas que en algunos casos los modifican, y en otros únicamente se dedican a cuidarlo como si se tratase de un miembro más de la familia. Puede parecer exagerado, pero no todo el mundo puede llegar a comprender el aprecio que se puede tener a un coche propio.
Pues bien, este grupo de coches japoneses que se localiza en Peru. En él se puede encontrar desde un Suzuki Swift Sport hasta un Toyota GT86 con kit Rocket Bunny. Y lo interesante es que hay todo tipo de gente. Desde gente que simplemente le encanta el mundo del motor y tiene un ejemplar nipón, hasta pilotos de competición que en vez de sangre tienen gasolina que corre por sus venas. Por lo tanto las conversaciones que se crean en una concentración como esta son espectaculares. Cada día se aprende algo y sobre todo, se pasan unos momentos realmente agradables.
No tienen un día en concreto escogido para hacer esta pequeña concentración, pero más o menos quedan una vez cada dos meses como mínimo. Siempre hay alguien en ese grupo de Whatsapp que calienta a los demás para terminar reuniéndose.
El modus operandi que tienen para hacer este tipo de concentraciones es común pero, por lo que me explico JuanPablo, es muy organizado. Más quizás que a lo que estamos acostumbrados en España. De entrada se queda después del trabajo en el parking de un centro comercial y durante una hora se charla con todos de las ultimas modificaciones que cada uno le ha hecho a su coche, problemas que han tenido y como los han solucionado, etc y la gente además aprovecha para hacer algunas fotos de turno. ¿A quien no le gusta ver un Toyota Supra 2jz en una concentración de coches?
Luego arrancan los motores, y de allí suelen dirigirse hacia una a autopista muy conocida en Ecuador a la que llaman la ruta viva, una vía rápida que se dirige al aeropuerto de Quito, la capital del país.
Recuerdo que tuve la oportunidad de sentir en primera persona lo que significa estar dentro de un coche emblemático Japonés circulando de noche por una autopista de Barcelona rodeado de varios coches japoneses más y realmente fue algo espectacular. Así que imaginamos que ellos sienten lo mismo cuando lo hacen.
Cuando digo que en España no somos tan organizados, me refiero a las concentraciones que se suelen recrear a través de las redes sociales. Esas que terminan llenándose de gente irrespetuosa que estropea “la fiesta” porque la educación no es su fuerte. Por eso, que cada vez más se están haciendo concentraciones en petit comite, de amigos que deciden quedar una noche para hablar y circular con sus coches. Es triste pero es así. En vez de promover que cada vez seamos más los que nos podamos reunir, estamos consiguiendo que esto cada vez se haga más pequeño.
Esperemos que algún día esto cambie para no perder del todo esa esencia que tanto nos gusta. De momento, seguiremos apoyando a la gente que haga concentraciones pacíficas, sin ningún altercado público, dignas de recordar y repetir.
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