En este segmento de la automoción la competencia es elevada. Quien sea propietario de un Ford Fiesta ST, lo más probable es que se haya planteado la compra de otros pequeños hatchbacks tal y como lo hizo Hector, el dueño de esta pequeña joya blanca.
Un coche pequeño, versátil y sobre todo muy jugetón. Así es el Ford Fiesta ST.
Este modelo salió al mercado en 2013 aunque el que veis en las imágenes del reportaje sea de 2015. Hay que dejar constancia de que este modelo es el mk7.5 ya que esta caja de Ford Fiesta es un restyling de la mk7.
Tal y como decíamos al principio de este post Hector se decantó por el ST, aunque dentro de la extensa competencia existente en el mercado, se había planteado varias opciones, como por ejemplo el Renault Clio RS, el Seat Ibiza Cupra o el Peugeot 208 GTI.
Pero al fin y al cabo valorando todas las características de cada uno, el que estaba más en armonía para él era el Ford Fiesta ST. Quizás tenía algo menos de potencia que sus competidores, pero las sensaciones de conducción eran mejores. Haciendo esta comparativa, el único que tiene una conducción muy similar es el Clio RS. Otro best seller de la competencia sería el Polo GTI, aunque el precio era bastante más elevado. Si no fallan nuestros cálculos, dentro de poco os traeremos el reportaje de un ejemplar DSG.
El Fiesta ST tiene una suspensión bastante dura, y aunque convierta al coche un par de puntos más incómodo respecto a la competencia, cierto es que lo hace mucho más juguetón que al resto. Y respecto al Fiesta normal, el ST obviamente tiene la suspensión mucho más rígida, y está 15 mm más cerca del suelo. Por lo tanto, en ciudad es menos cómodo que su competencia.
Tanto la suspensión como el chasis que tiene, hacen del Fiesta ST un coche con el que realmente uno se lo puede pasar muy bien por una montaña de curvas sin a penas sentir que el coche se desliza. Y para no deslizarse uno, de serie vienen instalados unos asientos Recaro que hacen que la conducción sea todavía más agradable. Eso si, si eres más que ancho de caderas, puede que estos asientos no sean de tu gusto. En absoluto quiero que esto dicho suene a discriminatorio, solo que es un punto que debe tenerse en cuenta a la hora de comprar este modelo.
Por motor el Ford Fiesta ST tiene un 1.6 de 182 cv Ecoboost. Las afirmaciones de Hector coinciden con las que la marca ofrece al público. Se trata de un coche que responde muy bien en casi todos los régimenes de vueltas, alcanzando las 6500 RPM sin problema. Da la sensación que si cortase inyección a las 8000 RPM llegaría a ellas sin problema.
Algo que le suele gustar a la gente es el sonido que emite. Con el sistema de Ford Sound Sympose se transmite parte del sonido del motor a la cabina y aunque ciertas personas digan que puede llegar a ser molesto en viajes largos, Hector asegura que no lo es en absoluto. Realmente es un ronroneo más que agradable.
Para frenar estos 182 cv de potencia el ST lleva unos discos de 278 mm de diámetro en el eje delantero y de 253 mm en el trasero. Un dato curioso y que quizás no sabíais, es que este es el único Fiesta que lleva frenos de disco en el eje trasero, ya que los del resto de la gama llevan frenos de tambor en ese eje.
En definitiva, comprar un Ford Fiesta ST es una gran alternativa si lo que queremos es deportividad, un buen motor, y lo que menos nos importa es la comodidad en ciudad. Pasa algo similar con los clientes del Ford Focus RS del cuál hablamos la semana pasada.
Al parecer, en las versiones más deportivas de la marca americana, los diseñadores e ingenieros han decidido apostar por esa rigidez superior en sus suspensiones respecto a las de la competencia cosa que no está disgustando en absoluto al público.
Está claro que Hector es un purista de Ford, ya que su anterior coche fue el Ford Fiesta mk7 y quiere que su próximo coche sea el nuevo Ford Focus RS. Pero no por ello habla mal de la competencia ya que es un amante del mundo del motor en general. A la pregunta de que coche tendría si en vez de decantarse por un Focus RS tuviese que comprar otra marca, él se decantaría por el Audi RS3, aunque afirma que tanto el RS3 como el Mercedes A45 AMG, aunque son unas verdaderas bestias en prestaciones generales, su conducción no es tan radical como la de un Ford.
Y vosotros, ¿qué opináis?
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