Seguro que muchos de vosotros sabéis la historia que gira en torno a este 356 SL Gmund Coupe de 1951. Pero para los que no lo sepan, se trata del primer Porsche que consiguió una victoria en las 24h de Le Mans en su categoría. Ahora, luce extremadamente impresionante gracias a una larga restauración llevada a cabo por Rod Emory en Emory Motorsports, el más conocido restaurador de 356 del mundo y al cual sigo en redes sociales desde hace tiempo. Invertid algo de vuestro tiempo en ver este último video del famoso programa Jay Leno´s Garage.
Porsche 356 SL Gmund Coupe. La originalidad es lo que cuenta
Porsche inscribió dos 356 para la carrera de Le Mans de 1951, pero un accidente con uno de los dos modelos dejó a la marca de Stuttgart con un solo participante para la carrera. Cuando ondeó la bandera a cuadros, Porsche había ganado la clase, y no solo eso, ya que consiguió superar a otros coches de otras categorías superiores. Después de participar en unos cuantos eventos en Europa, Porsche envió el coche a Estados Unidos, donde su nuevo propietario le recortó el techo para ahorrar algo de peso después de unas cuantas carreras, y con esta configuración compitió durante décadas.
En Emory Motorsports se marcaron el objetivo de devolver este 356 SL a su estado original, y esto no es moco de pavo… Como se trata de un vehículo hecho a mano, cada uno de los 356 era diferente, por lo que se escanearon en 3D varios techos de diferentes modelos y se compararon los resultados con fotografías de la época. Lo siguiente, fue construir un molde de madera y dar forma a la parte superior de aluminio.
Mientras que el techo puede parecer que es el talón de Aquiles de este proyecto, el principal escollo esta en los detalles de esta restauración. La gente de Emory Motorsports tuvieron que fabricar nuevos soportes para las cubiertas de las ruedas que reproducen los originales. Incluso pegar un trocito de tubo en la parte trasera, al lado de la luz antiniebla del acompañante ya que así es como corrió en Le Mans.
Por favor, hacerme caso y perder un poco de tiempo en ver el video, merece mucho la pena ver esta obra de arte de nuevo en su estado original circulando por las carreteras de EEUU. Sin duda se trata de otro de los geniales trabajos de Rod Emory y su equipo.
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