El domingo fue uno de esos días que madrugas con ganas. Uno de esos días que sabes que hay tandas en un circuito, y tener la sensación de estar en pista oliendo a neumático y gasolina te llena profundamente porqué eres un petrolhead.
Increíble la rodada en Castellolí del último fin de semana
Estamos acostumbrados a ver en la zona noreste peninsular una mejora en la afición al automovilismo, y con esto no queremos decir que antes no hubiera afición, queremos decir, que ésta ha subido y comprenderéis por qué a continuación.
No son las primeras tandas a las que asistimos en Castellolí. Este circuito situado al límite de Barcelona con la provincia de Lérida, está muy bien preparado para pasar un fin de semana rodando entre amigos. Me gustaría dejar constancia de que, no se trata únicamente de un circuito en el que se lleven a cabo tandas o rodadas. Sabemos de buena tinta que ese asfalto es testigo de muchas pruebas de coches antes de su salida a producción, llegando en ocasiones a rodar allí sus vídeos promocionales.
Como siempre, y aún teniendo en cuenta lo que suele rodar en pista, otro gran atractivo es el parking de este circuito, donde se reúnen una amplia gama de vehículos, encontrándonos con máquinas que tienen un amplio palmarés en el ámbito automovilístico.
Como por ejemplo éste 997 que aún no siendo un auténtico GT3, tiene el kit que emula el 911 atmosférico más radical.
Otro vehículo idolatrado por muchos es el Toyota Supra MKIV, que monta el todopoderoso 2JZ-GTE 3.0L de 6 cilindros y dos turbos. Al propietario le llegan las piezas con cuentagotas. La espera de los pedidos de calidad puede hacerse larga pero como dicen, quien algo quiere, algo le cuesta.
Dentro de pista, los coches participantes ponían el listón muy alto en cuanto a nivel se refiere. Esta bestia que todos recordamos por el Grupo B, el Audi Quattro, robó miles de corazones en la década de los 80. Lo curioso es que sigue robándolos 30 años después.
A priori un 350z cualquiera, con unas llantas 5zigen originales en 20″ y ya ¿No? Pues bien, si no lo conocías, volver al principio del post y mirar el motor que aparece en la primera fotografía. Efectivamente, su corazón es el conocido 2JZ-GTE de Toyota.
Los Honda también son un clásico de cualquier rodada en Castellolí. Siempre participa alguno. La realidad es que son máquinas muy efectivas, que con un pequeño motor atmosférico y una subida de vueltas como la de una moto, son capaces de hacer un tiempo nada despreciable.
Mientras en pista muchos estaban calientes, otros decidían descansar en el box, ya fuese por culpa de aquel sol justiciero o simplemente por esperar su turno para entrar a pista.
La curva de entrada a meta es una de las más emocionantes, ya que se entra desde la parte más rápida del circuito, después de una horquilla a izquierdas. Los pilotos entraban al límite intentando rascar esas décimas de segundo necesarias para bajar cada vez más el tiempo de vuelta
Claro que, había quienes no necesitaban apurar tanto en una sola curva que se les diera bien. Hay coches que van bien en todo el trazado, y es que este Nissan GT-R, con el que ya habíamos compartido carretera anteriormente, llegaba a final de meta a velocidades de vértigo y entraba en la primera curva a derechas sin a penas esfuerzo.
A veces no son los coches más potentes los más divertidos de llevar. Para rodar rápido, simplemente basta con un chasis ligero, un motor de cilindrada media y una potencia destacable. Claro que, si es motor central, mejor ¿Cierto?
Una preciosa rodada en Castellolí entre amigos, sin incidentes y de la que pudimos sacar mucho material, que podréis ir viendo en la web, o como siempre en nuestras redes sociales. ¿Y vosotros, tenéis experiencia en circuito con vuestros coches?
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