Porsche 356 Outlaw. El forajido más buscado

Decidme lo primero que se os viene a la cabeza si menciono la palabra “Porsche”… ¿Un 911 tal vez Freshers? Pues bien, hoy no vamos hablar del archiconocido icono de la marca de Stuttgart, si no del fenómeno que impulsó los coches deportivos, el 356.

Cuando empezó a fabricarse allá por 1948, este pequeño deportivo montaba un motor 1.1 de 40 cv. Tras muchos años de evolución, la cifra de potencia rondaba los 90 cv, y claro, esto tampoco os convence ¿no, Freshers?

Pues bien, la solución a vuestros problemas se llama Rod Emory, otro Porschehead como Magnus Walker, que con su empresa Emory Motorsport, situada en Lancaster al norte de Los Ángeles, es capaz de dotar a estos pequeños deportivos con un motor VW Type 4 modificado para entregar 200 cv en la parte trasera, ¿Ya te vas animando un poco más?

A estos Porsche 356 se les conoce como outlaw, ya que no son vehículos restaurados, si no mejorados. Se trata de un 356 con llantas más grandes y ligeras, radio MP3 y detalles de diseño dignos de ser expuestos en los mejores museos.

Además, incluye brazos de torsión del 911 estrechados en vez de los ejes oscilantes originales, caja de cambios también de un 911, pero modificada, y frenos de disco de cuatro pistones.

Un motor de 6 cilindros boxer procedente de un 911 se antoja pesado y demasiado grande para que se adapte bien, así que, Rod Emory, retira los dos cilindros centrales y vuelve a acoplar el resto con un cigüeñal nuevo por unos 22.000€. ¿Locura? Yo lo calificaría de brillante, teniendo en cuenta por lo que puede salir un motor original de 356 Carrera.

Otra de las cosas que marca la diferencia es la dirección de estos Porsche 356 Outlaw. Con un mecanismo de tornillo sin fin, en vez de la habitual de piñón y cremallera del 911, es capaz de dotar al 356 con unas sensaciones de conducción de los años 50, pero con la confianza que otorga un coche nuevo.

¿Y su precio? Pues un cupé, por lo menos te costará 50.000 euros, y a partir de ahí lo desmontaran por completo y empezarán a trabajar con él. Suena a “muy caro”, pero los enamorados de las líneas clásicas como yo, lo pagaríamos con los ojos cerrados si pudieramos…