Un título que se tiene bien merecido, pues veréis… Aún me resuena en el oído aquel escalofriante y agudo chillido que producían los motores de esta serie enfocada a los campeonatos de resistencia. Aún no lo tengo claro, pero tal vez fue el desencadenante de la tormenta que cayó en el Circuito de Cataluña justo cuando acababa la serie del Grupo C. Y es que explicar el sonido producido por estos bichos con palabras es como intentar dibujar el aire.
¿Ya conocéis las distintas categorías que organizó la FIA (Federación internacional del Automóvil)? En los años 80, la Federación internacional del Automóvil, también conocida como FIA, nombró tres importantes categorías (Grupo A, Grupo B y Grupo C) donde los coches estarían repartidos en función de la preparación y la cilindrada.
¿Qué es el Grupo C?, ¿Qué clase de coches corren en esta categoría?
Concretamente, en el año 82, la FIA creó el reglamento para los vehículos del tipo “Prototipo Sport”.
Su origen proviene de los Grupo 6 de la FIA, y sobretodo de la categoría GTP creada a mediados de los 70 para las 24 horas de Le Mans, una categoría destinada a prototipos con limitaciones. Pero quisieron establecer otro tipo, que en vez de ser limitados por cilindrada, estuvieran limitados por consumo. La Federación Internacional del Automóvil, optó por utilizar el mismo concepto con el Grupo C, limitando los vehículos con una capacidad máxima de combustible de 100 litros y un peso mínimo de 800 kg.
Otra de las limitaciónes era restringir a los vehículos del Grupo C a 5 paradas para cargar combustible, que les generase unos 1000 km de autonomía. De tal manera que se permítian 600 litros de carburante cada 1000 km recorridos.
El Grupo C nos vuelve a impresionar en el Circuito de Cataluña
Casi van a pasar dos semanas desde que asistimos al evento “Espiritu de Montjuic”, un evento que dio mucho de sí, ya que, en menos de 5 horas, habíamos conseguido dar un viaje a lo largo de 50 años de historia en el universo de la competición.
Estamos ante el Nissan R90CK. Una barqueta que realmente impresiona por la mecánica que utilizaba en su época. Bajo el capó escondía el propulsor VRH35Z, un V8 Twin Turbo de 3.5 litros que ya había sido empleado con existo en su predecesor, el R89C.
Aún teniendo en cuenta que el Espíritu de Montjuic se trataba de un festival revival, lo que puede sonar a exhibición amistosa, la tensión se palpaba en el ambiente. Los mecánicos no querían cometer ningún error, ya que todos y cada uno de ellos luchaban por obtener la victoria del día.
Como veis, la descomunal potencia de los Grupo C tiene que ser transmitida al suelo con la menor pérdida posible, así que en las ruedas traseras, incorporan unas llantas que a simple vista pueden ser cuadradas, ya que pueden tener anchos de hasta 14 pulgadas para albergar los neumáticos slick.
Aún teniendo en cuenta que no estuvo presente ningún modelo de la marca, ¿Sabíais que Mazda ha sido el único fabricante en correr en esta categoría con un motor rotativo Wankel? Pues sí, lo hizo con el Mazda 787B, consiguiendo una potencia recortada a 700 cv con un motor de 2.6 Litros, y decimos recortada porque, originalmente habían llegado a registrar potencias de 800 cv en este R26B atmosférico.
Los mecánicos ultimaban los detalles en pista, controlando que los parámetros establecidos en boxes fuesen perfectos. Nunca es suficiente cuando la vida de un piloto está en juego, ya que pilotan máquinas que alcanzan velocidades de vértigo.
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